jueves, 28 de noviembre de 2013

Naturaleza...


En el periodo posmoderno nos vamos centrando cada vez más en nosotros mismos como individuos, aislándonos lo más que podemos y olvidando poco a poco que existen otros con los que compartimos mucho todos los días; avanzamos constantemente y tal vez de manera inconsciente hacia el ensimismamiento, en donde el otro, sólo representa algo, un medio que nos sirve para obtener lo que deseamos y no un ser humano que tiene necesidades iguales a las nuestras. Todos los días nos vamos convirtiendo en seres cada vez más egoístas, en individuos que se concentran en su persona, en su apariencia, en su comodidad, en su capacidad de obtener y consumir todo lo que desean sea aún si es necesario o no.


Este estilo de vida es motivado y alentado por el medio social en el que nos desarrollamos, por la cultura occidental de consumo y desecho, por una incapacidad de sentirnos satisfechos solamente con lo que es necesario para vivir. Las redes de comunicación nos bombardean y nos hacen creer que si queremos ser felices necesitamos consumir sin parar, las redes sociales nos esclavizan de las opiniones y aceptaciones de los demás para sentirnos personas plenas, los medios de comunicación nos enajenan de lo verdaderamente importante y el ritmo acelerado de la sociedad nos arrastra en toda esta corriente sin sentido a un mundo de ilusiones y fantasías en donde lo que importa, no es realmente importante.
 
 

 
Mientras todo esto pasa no nos damos cuenta que echamos mano de todo lo que está a nuestro alcance para conseguir más y más con la esperanza de en algún momento, sentirnos felices, no nos ponemos a pensar que aunque nos olvidamos de los demás para pensar sólo en nosotros mismos, al final de cuentas sólo somos una persona de las 7,046 miles de millones que viven en este planeta y que la mayoría buscamos lo mismo, una felicidad vacía que intentamos llenar materialmente.

La realidad es que no estamos solos y que por alguna razón no nos queremos dar cuenta que si seguimos así nunca nada será suficiente para sentirnos satisfechos y sin embargo sí será demasiado tarde para poder rescatar lo que realmente importa, rescatar aquello que siempre nos ha dado pero que un día dejara de hacerlo porque no se lo permitiremos con nuestras acciones actuales.

 
La naturaleza siempre ha tratado de satisfacer nuestras necesidades básicas y hasta las más insignificantes y menos importantes, sin embargo llegará un punto en el que su capacidad de dar se terminará por nuestras acciones, la hemos manipulado hasta el punto de modificar su equilibrio, cada vez nos aceleramos más hacia su destrucción y por consiguiente a la nuestra.

En la película Home a lo largo de casi una hora y media nos damos cuenta como hemos maltratado y devastado tantos seres y espacios naturales con la única finalidad de satisfacer nuestros deseos materiales, como hemos violentado de una manera desgarradora la mayoría de los espacios de este planeta hasta el punto de casi terminar con los recursos que nos ofrece. Cuándo nos decidiremos realmente a cambiar nuestra forma de vivir; cuándo nos daremos cuenta que nuestras acciones individuales tienen repercusiones mundiales, que todo lo que hacemos afecta para bien o para mal lo que realmente importa, aquello que es bello por sí solo, aquello que nos ofrece siempre y que lo único que tenemos que hacer para corresponder a su bondad es respetar y cuidar; cuánto tiempo nos falta para cambiar nuestro pensamiento o terminar con nuestra Naturaleza.

 

 
Rosina Ramos Contreras
Sophia Marisol Villanueva Jiménez
Brenda Yarely Vera Reyes
Norma Aidee Hernández Balderas
Eliana Abigail Compeán Delgado
 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario