La comodidad... tiene un costo
La sociedad en la actualidad, está
acostumbrada a hacer y recibir las cosas con mucha facilidad y gran prontitud,
sin complicaciones. Llevamos una vida acelerada, gracias a los avances
científicos y tecnológicos, que comenzaron a progresar rápidamente a mediados
del siglo pasado.
Aparentemente las generaciones de
la tecnología son más felices, relajadas y divertidas, ya que se cree ciegamente
en que los resultados del progreso tecnológico es 100 porciento provechoso; se
agradece enormemente a dichas innovaciones por hacer las cosas difíciles simples,
y ayudarnos en muchas tareas. Pero que tan cierto es lo anterior, valdrá la
pena, estar acompañado de múltiples aparatos a nuestro alrededor. Curiosamente
poco después de que todos estos cambios en la vida cotidiana del hombre
surgieran por estos avances, comenzaron a aumentar los casos de personas que
padecían de cáncer.
Entre los aparatos o
electrodomésticos que causan más daño se encuentran los ya bien criticados
microondas, celulares, las lámparas con iluminación de mercurio, televisiones o
pantallas, los despertadores aunque “pasados de moda”, pero que aún se
encuentran en muchas habitaciones, computadoras, laptops, teléfonos
inalámbricos y el router wifi, estos provocan trastornos del sueño, dolores y
fatiga crónicos, déficit cognitivo y enfermedades psicosomáticas. Esto se debe
más que nada a la frecuencia con la que son utilizados y a la cercanía o
contacto que tenemos con ellos.
Los niveles de corrientes
eléctricas que nos envuelven por todos lados provocan en nuestro organismo
sobrecargas, lo que repercute negativamente en nuestro estado de ánimo. Es la
constante y excesiva exposición a radiaciones, lo que puede ocasionar problemas
de tipo psicológico, además de enfermedades graves como el ya mencionado
cáncer, esto se ha podido constatar después de realizar diferentes estudios
científicos.
Algunas medidas preventivas, para
evitar estos malestares físicos, pueden ser el disminuir el uso que les damos,
pero si esto es resulta muy complicado, podemos por lo menos alejarlos un metro
de distancia de nuestra cabeza al dormir. No estar pegado a las computadoras,
estar a cierta distancia, como a un brazo aproximadamente. Incluso el estar
parado frente a la lavadora y microondas mientras trabajan es perjudicial.
Debemos esforzarnos en combatir
la contaminación electromagnética, por nuestra salud.
Victoria Lizeth Limón Ruiz.
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